Detengamos el mundo bajo los pies.

domingo, 16 de mayo de 2010

Todos y el mismo

Estoy sentado aquí en el mismo sitio. Las piernas me pican quizá, pero no me doy cuenta. He regresado hoy porque es lunes; porque no hay mucha gente, pero poca tampoco.

Me miras desde la barra ya hace unas semanas. No sé si te extraña encontrarme aquí siempre o realmente te intriga haberme visto aquí alguna vez. Te preguntas si debes escribir de esto o si debes voltear el rostro porque ya me di cuenta.

Quien está a tu lado sabe que no estás realmente allí. No entiende ni entenderá cuán importante es saber si mi camisa hoy es verde de rayas blancas o azules. Te cuento: es verde de rayas lilas.

Me fui al baño y no te diste cuenta. Nadie me acompañó, no necesito de su ayuda tampoco. Regreso y estás bailando. Bailando con nadie, también te observo de vez en cuando: a veces parece que buscaras a alguien, pierdes el ritmo y tropiezas. Dime porqué sigues viniendo si no lo encuentras. Vienes con todos y bailas contigo. Siempre das un paso al costado e imaginas que sonríes y que el teléfono suena y no deseas contestar.

Has regresado hoy porque mañana es martes; porque no soportas quedarte en la casa vacía: el silencio y la música en re menor. Vienes hoy porque ayer también estuviste y porque te pierdes y sólo conoces este camino de regreso.

***

Yo vengo aquí por la música. Brillan mucho los sonidos y están muy altos los colores para pensar más allá de un pie aquí y una mano allá. He regresado hoy porque ayer fue domingo y por eso no quiero regresar temprano a casa.

Me levantan la ceja, una palmada en la espalda y un par de comentarios bajo la mesa. Saludo a ese, al otro no, pero lo conozco. Todos saben quién soy y me ven cruzar la puerta a diario con distintos nombres al costado.

Hoy vine contigo. Contigo de nuevo y no parece.

Te veo tan distante con tu pantaloncillo lila y tus zapatillas blancas; veo cómo me miras y solo ves a ese no tan joven de camisa de rayas, jeans holgados y silla de ruedas.

Vienen ellos y los coges de la mano pero te vas bailando con ninguno. Yo mientras bailo con todos, tomados de manos, con los ojos cerrados, los dientes al aire y moviendo la cola. Bailo como lo hacía en el jardín bajo el sol hace años. Bailo y no crezco. Trato de crecer pero aveces los años van más rápido que yo. Y me quedo aquí esperando que regresen.

Mientras nos sirven más, la espuma se rebalsa y cae en la barra. Nadie se da cuenta pero a unos metros ellos alzan la mano y me saludan. Te quiero pasar el vaso pero sigues mirando; quisiera saltar y reír más fuerte, venir contigo y que no te quedes afuera. Traerte y llevarte también; pero ya no se puede. Sabemos que los ojos se cierran solo una vez y ahora los tenemos sobrexcitados de luz.

Me saludan de nuevo y me doy cuenta. Voy a saludar.


***

He regresado hoy porque sí. Tengo un cigarro en la mano y mientras platico con mi amigo de hace 6 meses, observo al extraño de hace unas semanas. Un chico en silla de ruedas que veo siempre de cerca y lejos por estos lares. Me intriga. Me pregunto qué puede sacar de bueno de un lugar como este: donde nadie se escucha bien, todos se dejan hablando solos, van de un lado al otro y aveces no regresan.

Viene siempre acompañado de un buen chico. Trata de no dejarlo mucho tiempo sin compañía, le habla de vez en cuando, de qué, no sé, él nunca responde. Solo mira al vacío con la misma expresión. Hace un momento lo dejó hablando y salió al baño. Tomé los minutos mientras mi amigo saludaba a sus tantos amigos a nuestro costado. 8 minutos para orinar, no está mal.

Mientras regresas la música me inunda y me voy. Nadie se ríe de mi, nadie me aplaude, soy yo y este vaso que tampoco me habla. Me aburro terriblemente pero aún así es mejor que estar en casa.

No entiendo porqué vienes si solo te quedas ahí en la esquina. ¿Acaso añoras, recuerdas, suspiras bailando? ¿es acaso un tipo de masoquismo pasivo que llevas por hobbie? Me sigues mirando. Dime qué ves.

***

Me dijeron que te conocen de vista, que sueles venir aveces por ratos. Les cuento que vives cerca, que a veces tan solo pasas a verte al espejo. Dicen que siempre bailas con nadie, que no parece que te divirtieras todo el tiempo, pero siempre estás aquí.

Les cuento que no tienes espejo en tu casa.

El de la silla de ruedas sigue en la esquina con las manos aterrizadas en las piernas. Ha regresado hoy porque viene todos los días; todos aunque no abran los miércoles.

Tu lo sigues mirando, te diría quién es si me lo preguntaras. Creo que no deberíamos estar aquí. Es lunes y no deberían abrir hoy. Iré a sacarte del espejo y prometerte que mañana compraremos uno. Vámonos ahora, iremos por esos tequeños que tanto te gustan. Yo los como con guacamole y tu con mayonesa.

Me saludan de nuevo.

***

Creo que me acusas con la mirada. Vienes solo a apuntarme con el dedo y decirme que es lunes y no debería venir hoy.

El de hace 6 meses sigue saludando al mundo. La sonrisa nunca se le borra, la gente nunca falta y los años solo retroceden con él. Pero veo que esa enfermedad no se contagia, mejor me voy sin interrumpir; ya no quiero estar aquí.

***

He regresado hoy porque es lunes y siempre vienes. Te fuiste sin darte cuenta que dejabas el espejo opaco, las luces en blanco y la gente sin rostro.


El que saluda a todo el mundo se acercó a preguntar dónde te has ido. Le dije que simplemente saliste como si por fin lo hubieras encontrado. No entendió, quiso ir a buscarte pero alguien se le acercó en la puerta.


Quisiera no quedarme aquí sentado pero así es. Quizá invitarte esos tequeños. Y comer guacamole.

2 comentarios:

  1. Debo admitir que me perdí un poco, pequeño Ru. Pero ya en la segunda leída todos los personajes encajaron en su sitio. La prosa fluye muy bien y te mandas con varias sentences mostras, como la de: 'Trato de crecer pero a veces los años van más rápido que yo'. La había leido en uno de tus tweets, creo. Me siento identificado.
    Ahora, el raje (porque, vamos, para eso estamos): El registro de los persoanjes se me hace un poco similar, que fue lo que me dificultó saber cuál era cuál, independientemente de sus perspectivas. Puedes mantener el tono del texto y aún así marcar más las diferencias entre el habla de cada uno. Si quieres, claro :) Y el final resultó medio abrupto, medio... parco, y no creo que haya sido la intención. En todo caso, si esa era la intención, tal cuál está funciona bien.
    Y eso. Me gusta. Leerlo ha sido una agradable mezcla de relax y spleen (don't know what it is?, google it!), como escuchar una canción de smiths : )

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  2. (claro, y el gil espera que se tome en serio su crítica a pesar de llenarla de emoticones... cual quinceañera llenando slams)

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